El vidrio quejándose
no es el viento, sino tu caricia
y el pudor quebradizo.
Te excitas y todo lo empañas
acercando tu alma desde la profundidad
buscando rasgar soledades.
Miras a través de mi
y nada es como parece ser
escupiendo la bronca sobre escarcha
impunemente te dejas caer al vacío.
no es el viento, sino tu caricia
y el pudor quebradizo.
Te excitas y todo lo empañas
acercando tu alma desde la profundidad
buscando rasgar soledades.
Miras a través de mi
y nada es como parece ser
escupiendo la bronca sobre escarcha
impunemente te dejas caer al vacío.
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