lunes, 29 de diciembre de 2008

Alucinaciones



Seguramente para cuando haya terminado mi testimonio, desaparecerá mi mano derecha y con ella mi deseo de continuar escribiendo...
Siento cómo la fiebre aumenta desmesuradamente y un hilo escalofriante rodea como una aureola lo poco que va quedando de mi.
Yo era un hombre que solía volver a mi pasado; de hecho mi pasado era el lugar donde yo había resuelto vivir. Las razones? pues, mi pasado estaba compuesto de infinidad de sucesos que oscilaban entre la alegría más absoluta y la tristeza más cruda, en contraste con mi presente efímero. Si tuviera que estipular tiempos, diría con justa razón retrospectivamente, de mi maestría en química hacia mi nacimiento.
Mi madre siempre decía que yo había sido la tortura más aguda y agonizante en pleno parto. De hecho, cuando mi padre me visitó en la salita, simplemente conjeturó que yo no podía ser su hijo, aludiendo que jamás había visto una monstruosidad tan perfecta.
Azarosamente el destino había barajado de manera tal que las peores probabilidades aguardaban por mi.
Siempre tuve tendencia a la melancolía y nadie podía comprender cómo era posible que encontrara la belleza en ese aspecto o mejor dicho, en ese estado.
Siendo niño podía quedar colgado durante horas observando cómo se formaban lágrimas en los ojos de mi madre a causa de su angustia, mientras me sentía caer con ellas al vacío.
Cuando mis colegas soñaban con días soleados, que permitieran disfrutar de una larga estadía en el campo, yo proclamaba la lluvia más ácida que pudiera existir para perderme en las pequeñas calles de la ciudad.
Debo confesar que mi familia siempre me consideró un bicho raro y para mis hermanos fui objeto de atracción consumando los actos más malvados.
Una vez mientras me hallaba sólo en casa con mis hermanos, repentinamente y sin mi consentimiento, resolvieron que ese día me esperaría el encierro. Me condujeron al baño más oscuro de la casa, mientras yo acompañaba obsecuentemente. A los cinco minutos arrojaron dentro un gato callejero y salvaje. El pequeño felino se mostraba furioso, al menos era lo que podía escuchar. Simplemente me mantuve sentado en un rincón sin mostrar temor alguno. Mi hermanos frustrados encontraron al abrir la puerta del baño, que el gato se hallaba en mis escuálidas piernas, gozando de una sesión de caricias.
Así fui creciendo, entre prejuicios ajenos y erróneas visiones de la realidad.
Mis amigos eran pocos, tan solo un número reducido. No vayan a creer que ellos escapaban a todo tipo de adjetivos calificativos, pues juntos eramos las cucarachas del vecindario. Veíamos el mundo como un gran laboratorio por explorar. Sonábamos obstinadamente con la idea que algún día llegarían seres superiores de alguna galaxia lejana y nos seleccionaran para dar un salto evolutivo mayor.
Lamentablemente el tiempo y una vez más la maldición de nuestros respectivos padres, hizo que la separación fuera inminente. Mis dos amigos se habían marchado muy lejos y nuevamente la soledad volvía a ser mi fiel amiga.
Jamás pude comprender ese odio. Simplemente me fascinaba el conocimiento científico y soñaba con formulas mágicas que pudieran cambiar el rumbo del mundo.
Atravesé mi adolescencia de la manera más traumática que puedan imaginar. La soledad y el silencio fueron acrecentando mi adoración por lo melancólico, por el mundo de lo siniestro, hasta teñir mi alma con el negro más puro.
Obtuve mi título universitario con medalla de honor y para ese entonces mis padres ya habían abandonado este mundo; con lo cual, sólo quedaban mis hermanos que por supuesto, ni siquiera tuvieron consideración para conmigo.
Puedo percibir la tristeza que sienten por mi, pero yo les digo a todos que sus lágrimas son mi alimento, pues estoy acostumbrado a darme grandes panzadas con ellas.
Con la parte que me correspondía de la herencia que dejaron mis padres, compré una antigua vivienda con un inmenso taller en el fondo, situada en el barrio de San Telmo. Prontamente había preparado mi estudio a la perfección. No necesitaba más compañía que mi querido y antiguo gato, ya que había dado la espalda por completo al mundo hostil.
Una noche tuve un sueño revelador, un gran sueño que guiaría mi camino hacia el éxito más rotundo. Una vez despierto me propuse realizar un diagrama y comenzar a experimentar a la perfección las formulas que vaya a saber uno de donde provenían. La fórmula llevaba por resultado un desarrollo superior en la memoria a largo plazo, posibilitando un almacenamiento de información de un modo limpido y así no caer en el olvido de nada que uno quisiera. Los ensayos con animales y especialmente con ratas que iba cazando por las noches en los basurales de las calles, habían recobrado un adelanto exitoso en mi experimento. Gracias a las teorías formuladas por el Dr. Skinner y su condicionamiento operante, me veía cada vez más próximo a lograr mi cometido. Había llegado a la etapa final, el éxito comenzaba a llenar los huecos más profundos de mi alma, cuando cometí un error fatal. Aleando ciertos elementos provoqué la pérdida y evaporación repentina de ciertos ácidos. En ese mismo momento caí dormido a causa de haberlos inhalado. A las dos horas aproximadamente desperté y busque un sitio aireado. Podía sentir mi organismo alterado y mi sistema inmunológico comenzaba a flaquear. La falta de oxígeno hacía que me sintiera inmovilizado por completo. Sorpresivamente estaba más próximo a la alucinación y había perdido mi sentido de realidad; mi conciencia se hallaba bajo un estado narcótico y podía ver que mi gato no se semejaba a un pequeño felino sino más bien a un perfecto licántropo que aguardaba al acecho.
Mientras intentaba recordar lo sucedido, veía con horror cómo ciertas partes de mi cuerpo se iban borrando repentinamente.
Comencé a sospechar que detrás de todo esto había una maldad que buscaba incansablemente mi fracaso.
Me desesperaba ver la ausencia de ciertas partes de mi cuerpo y cuanto mayor era la lucha por no recordar, la cosa se ponía aún peor. Increíblemente el experimento había tomado un camino inverso y todo parecía ser un verdadero despropósito.
El proceso fue imposible de detener y ya estaba resignado a vivir en el olvido absoluto.
Esta es mi desgracia. Quisiera poder continuar con .... Ustedes, pero siento ... siento .... siento ser tan solo un simple espectro.

Tratado sobre la envidia



Según las leyes divinas, se la identifica como uno de los pecados capitales. Lejos de toda connotación religiosa y moral, nos pertenece pues, no es más que un sentimiento inherente a nuestra raza. Ningún animal puede dar lugar a todo aquello que nos compete. Sencillamente por carecer de razón. Justamente es la razón la que nos permite diferenciar a este sentimiento venenoso, si se me permite realizar una calificación, de cualquier otro. La razón nos dicta que este sentimiento aparece, como la mayoría, manifestándose corporalmente. Si pudiera dar rienda suelta a mi imaginación, diría que es comparable con estar solo en una habitación absolutamente vacía, parado en el centro de la misma sin atención alguna a nada y de pronto, una ola de fuego invadiendo el ambiente para quemar por completo todo vestigio humano.

Sorpresiva, incalculable y muy poco predecible.

Aparece, llega hasta el lugar más recóndito del cuerpo y se mantiene allí todo el tiempo que se le antoja para finalmente escapar como el ladrón más profesional, dejando tan solo una estela de desazón.

Irrumpe como el hambre, súbitamente y salvajemente, poniendo al ser en estado de jaque. Muchas veces en jaque mate y otras tantas, obligando a la voluntad misma a enfrentarse con el rostro más feroz.

Notablemente el cuerpo acompaña esta metáfora. Daría la sensación que la temperatura corporal en esos instantes donde el sufrimiento por una usurpación impecablemente cometida, rompe estadísticamente hablando, todo tipo de variable posible. Ese fuego que nace en el centro del organismo, si existe un nomenclador que nos facilite el hallazgo, se prolonga hacia otros sitios más delicados, exigiendo una destreza excelente que permita obrar de un modo "oculto". Me refiero a los ojos... ¡Pobres ojos! Vidriera del alma. Presos de un conductor que sólo se empecina en realizar un suicidio posible. No son más que víctimas que pese a ello, buscan una contra orden que permita la exposición más reservada.

Por si fuera poco y como anteúltimo paso hacia la entrega total, el sudor comienza a reproducirse de moto tal, alterando todo tipo de discreción. Los músculos se tensan como respuesta a todo el caudal de veneno que baja del cerebro.

Luego de toda esta pobre y pequeña descripción, nos da como resultado final una posible acción.

Quisiera ser cauto en este punto, pues la subjetividad debe tenerse muy en cuenta. Sin embargo como respuestas posibles y casi universales, acompañan a esta epidemia, la bronca, la maldad, la ira, el odio, la vergüenza y finalmente la angustia.

Horrible sentimiento, el más eficaz de los venenos.

No es más que un sentimiento que puja por salir y revelar la carencia por la falta.

El deseo siniestro transformado negativamente en frustración.

Inquisidoramente fortuito y desdichado, de una u otra manera, siempre logra su cometido; el sinsabor amargo de algo que contradictoriamente nunca se tuvo, pero sin embargo se desea incansablemente hasta crucificar a la conciencia más débil e infantil

Tu llanto



Desarmándote en llanto
eres como el mar puro
bañando las sábanas
hermosa sal cristalina
formando un contorno
intento comprenderte
rompiendo tus represas
te desbordas en sollozos
frágilmente desvanecida
solo resaltan tus ojos
me tiendes tu mano sedosa
juegas conmigo a volar

Quiero ser tu ser


En la fachada de tu rostro
escondes la desfachatez
con la frialdad más bella
resignas apariencias

Tus curvas son una ironía
ácido para mis manos
desvaneciendo en la aspereza
quiero ser parte de ti


Fantaseo siendo tu ser
en la unidad mínima
sin acceso viable
a tus secretos del alma


Imperfectos humanos sensibles
intercambiando piezas sueltas
mientras allí fuera
la luna se desangra

lunes, 10 de noviembre de 2008

Violencia



Cuando lo nefasto de lo humano te vuelve irascible y montas en cólera perdiendo el sentido de si mismo, sentís como el veneno de la estupidez te colma la coronilla a tal punto de pensar cual es el verdadero sentido de la violencia transformada en un deporte diario. Te preguntas a diario quien articula tanta locura suelta o quizás, quien es el verdadero creador de tanta miseria humana tan necesariamente real, con el fin de sostener el equilibro de los opuesto. Pues, para llegar a la existencia de lo bondadoso irremediablemente debe aparecer como marco de contraste lo maligno. Pero hemos llegado a un punto donde lo descarado y macabro hace alarde en lo cotidiano, bofeteando la mejilla del mundo mismo para dejarlo por un instante tan estupefacto y sin reacción. Hoy es aquel o tal vez un otro, pero seguramente mañana serás vos y lo terrible de esperar el momento justo aguardardando en la sala de espera. No quiero, no. Realmente no.

Hundido en tu propio crimen



Los discursos pobres de los enamorados infantiles que deciden subir al ring de la inmadurez absoluta, se pierden en el cansancio de la agonía pudriendo el tiempo y el espacio para regar palabras en forma de cuchillo sin filo que tan solo puede acariciar. Nosotros, pequeños espectadores dentro de la actuación, presenciamos la función que se agota en la primer escena, manteniendo la atmósfera lo más tensa posible como consecuencia de la descomposición humana. Así se complementan desde el brillo de su estallido regalando muecas rotas compradas en los anticuarios de los hechiceros con la mecha gastada. Ahí va otra gota a puro limón, direccionada exclusivamente al corazón, mientras relata abandonos de un pasado no muy lejano. Y él tan toxicamente fútil, arremete con su colmillo voraz, tan sediento de cordura. A pura cultura de la nada, la transparencia de su amor se ve tendida en la soga de la apariencia, intentando armar el símbolo de cristal que una noche de embriaguez ese pobre animal salvaje costosamente le regaló.


La noche estaba quieta y sin embargo tus cabellos se movían. Luego de un rato al fin pude comprender que el viento estaba en vos. Despedías pensamientos que volaban por el marco de la ventana, tan humeantes, tan pesados. El día te había agotado tanto dejándote inerme y a la deriva en tu clima. De tu boca asomaba el relámpago, pero el maldito trueno estaba en mi. Igual te dejé ser y te fuiste bien suspendida en la ternura mágica del suspenso. Escondí una miga para regalarte el gran bocado sin espinas. En los sermones fatales que nuestro Dios impera a gritos, jugamos al poker de la vida apostando lo satánico de nuestros corazones hambrientos que sólo gotean. En definitiva, simplemente somos grandes jugadores que simulamos no jugar, tan solo para actuar en la realidad que tumba muñecos decapitados por la ignorancia de sentido.

Llámalo como quieras



Infinita tristeza encuentro en el valle de la desazón, cuando proclamo por tu mirada y no encuentro ninguna luz para mi. Me siento ser como polilla que bordea y se eleva buscando la energía exterior. Me apego como fuego al sol y absorbo cada haz, cada rayo insignificante que me sostenga. Defino mi reinado por las noche pero al mismo tiempo soy una presa fácil. Inmerso en lo oscuro me alimento, saboreo, y rumeo cada pensamiento construido a base de tela para mi estómago. Aleteando incansablemente mientras mis ojos de vidrio relojean tus pasos, direcciono mi atención, conquistando la motivación que me expulsa hacia la desnudez de tus palabras. Deseando desmenuzar tu piel en mi boca, con cada caricia que imparte mi lengua. Definitivamente soy una polilla que bordea y se detiene, en lo más próximo del tiempo fugaz, que elige no elegir porque siempre prefiere algo más.

martes, 4 de noviembre de 2008

Temperatura justa




Te quemo, voraz
calcino tus huesos
saturo cocciones
vierto mi sal
aumento la llama
aspiro tu vapor

transpiras deseo
ardes exquisita
orgasmicamente


La migracion

Filas enormes a lo largo
difíciles de distinguir
una sola raza, una sola sangre
se pierde con el viento
encadenados a su tierra
marchan y buscan destino
Aquel vestido amarrillo

dejandose ver
tan libre, tan distinta
perfumando el paisaje
años de inocencia
aroma a fragilidad
una flor por marchitar

jueves, 23 de octubre de 2008

Heroin


Allí va el viajante que derrama vida en la gran autopista, conduciendo a grandes velocidades sin freno. Las luces encandilan el destino que peina sus cabellos. Eligiendo pocos caminos que lo lleven cada vez mas lejos. Ajustando su cinturón, frente a un viaje largo, liviano y placentero, consumiendo reservas. Perdido en su anestesia mental aprieta a fondo el pedal, sintiendo el orgasmo vital. Con un puente próximo en la distancia, sin ríos que atravesar, tentado por el salto mortal. Agita su cabeza hacia ambos lados, excitado con la idea de cruzar. Volando por los aires con tamaño mono. Tan solo con su saco de huesos que lo acompaña, sintiendo el escape rugir en su interior mientras la llama lo enciende. El yonkie se siente pura sangre, galopando en el lodo del abismo. Mientras la noche se hace larga, se pierde en la neblina llena de frío y soledad.

martes, 21 de octubre de 2008

El impacto

Acertar con el golpe exacto justo debajo de las tres primeras costillas, sintiendo el impacto en un doble sentido, por un lado la fuerza violenta e intensiva que produce quien lo arremete, y por el otro, el quiebre y derrumbamiento que culmina con una vibracion insostenible por quien lo recibe. Metaforicamente hablando, eso mas o menos es lo que puede producir la palabra justa que descarrile, que quite por un momento casi extenso en apariencia, de la estabilidad reinante, besando la lona y escupiendo una cantidad importante de sangre que hizo acto de presencia quemando desde las entrañas, para verse tumbado y mareado. Cuando la señal llega al núcleo, le sigue un efecto dominó que arrasa con todos los esquemas posibles, sumiéndo al afectado en las aguas más profundas de la angustia, viéndose reflejado en un espejismo mientras el ahogo es tal que la asfixia termina petrificando absolutamente. Con el tiempo la roca de sal se solidifica transformando al individuo en una estatua viviente, que solo se limita a regalar lágrimas en exceso, bajandose así el telón oscuro en la conciencia. Cuando todos aplauden y piden que lo fulmine, que es hora de ganar, de obtener el triunfo final, y la campana no para de sonar pidiendo a gritos que culmine con la masacre, nadie puede darse cuenta que en realidad ni siquiera hace falta ese golpe final, pues la pelea concluyó hace tres rounds atrás. Mientras te ves caer en una red de miradas externas que solo contribuyen con hacerse humo a último momento dando lugar al desplome. Tiempo fuera.

lunes, 20 de octubre de 2008

Sobredosis de delirio



Pobre manada de humanos frágiles e imperfectos que viajan por una misma dirección, atravesando la senda de los tiempos modernos en busca de una zanahoria suministrada por el sistema. Contrariamente, miles y miles de mariposas blancas aletean en la copa de los árboles, sacando lustre a una supuesta felicidad que imagino. Tan efímeramente comparable y semejante a nuestra especie. Y lo insoportablemente denso que es recrear la imagen del león devorado y destrozado en mil pedazos por ese maldito cocodrilo, mientras el cuadro de esa mujer fantasmagórica que no para de zumbar en mi oído, como quejandose por estar eternamente sentada en la misma posición. Seguramente el orzuelo punzante me va arruinando la capacidad de imagen, llegando hasta lo más profundo de mis ideas, como un anzuelo oxidado que tira hacia fuera desgarrando la carne. Y la incoherencia de este estado me conduce a sentir exactamente lo mismo que hicieron esos terroristas con mi espalda, colocando un maldito misil dirigido directamente al espacio, mientras me pegaba un viaje eterno sin caída alguna. Penetrando por mis venas ese óleo espeso y multicolor que me dispara en la conciencia un mundo pictórico, el cual incansablemente busco teñir de blanco y negro para no quedar ciego con tanta maldita belleza absurda, tan pura, tan asquerosamente pura. Mientras me arrodillo en ese roñoso baño, sosteniendome firme y duro, veo el conducto y la salida que me lleva al maldito infierno, sintiendo cómo mi cuerpo se va tan fríamente al vacío con una fiebre colmada que provoca escalofríos y una absoluta soledad, tan miserable, tan insignificante como una hormiga en la cornisa.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Esclavo a su servicio



Aquella tarde soleada de verano, el calor castigaba de modo tal que el oxigeno perecía ser escaso, al menos para mi. Perecía derretirse el techo del carruaje como una lluvia de fuego, involucrándose con la pasión que mi cuerpo sentía al ver sentada a mi lado a la Condesa Francesca de Touraine, tan perdida en el paisaje. Sin duda alguna, mi boca reseca hubiera calmado la sed que sentía, tan solo pegarse a esos labios de fresa. Era un acto de absoluta prudencia mantener mi deseo de observarla lo más profundamente hundido en la oscuridad de mi inconsciencia... pero que difícil era, con tan solo sentir el aire caliente que desparramaba con el movimiento de su abanico. Eran caricias incondicionadas, suspiros de un amor transeúnte y perdido en el olvido. Desde luego que jamás accedería a tan dulces tentaciones, pues mi condición social me lo privaba. Solo me correspondia el precioso regalo de soñar despierto, sumergiendome en la fantasía tan mía, tan circunscriptamente mía. Con el rabillo del ojo, me llenaba con la blancura de sus pechos, tan marcadamente sujetos a ese escote empecinado en mantenerlas dentro del corral. Fantaseaba con la idea de ser tan Rómulo, tan Remo, colgado eternamente de tanta pureza ajena. Era un pobre hombre en llamas, hecho cenizas que ni siquiera el viento se apiadaba de desparramar por el espacio. Estaba muerto en vida, sintiendo año tras año la horrible represión de mis deseos mas colmados. Mordía mi labio buscando una absurda semejanza con esa carne tan sensiblemente fresca. Cuando esa gota de sudor fue viajando como miel por ese cuello tan esculturalmente formado, me sentí desfallecer con el simple hecho de pensar que yo podría ser en ese mismo momento, tan solo pan tostado para su mordida tenaz. El movimiento del viaje era la danza mas brutal que sacudía mi cuerpo, y con el, mis fantasías. Debía comportarme, encasillarme en mi lugar, en la esclavitud mas declarada, y sin embargo me resultaba imposible acallar los gritos de mis pulsiones. Era pertinente reclamar en silencio la eternidad de ese viaje, porque jamás volvería a estar tan cerca de mi Condesa. Tan sumisamente obedecía a sus pedidos, que era menos que un perro abandonado en la nieve dulce de invierno. Dormía tan lejos de su alcoba, en las catapultas de su castillo, y sin embargo mi olfato era tan agudo que por las noches de verano sufría sobredosis con el aroma de su piel desnuda en su cama. Increíblemente su mano sin quererlo, rozó mi piel sudada, y con solo ver que se limpiaba con su fino pañuelo de seda hindú, no podía pretender ser más que un simple borde de tela que absorviera la fragilidad de su semblante aterciopelado. Ese rasgo, ese gesto de asco que su cara me regalaba, parecía un regalo del cielo. Al menos ser producto de su desprecio, me daba un lugar seguro en su vida, un lugar irreemplazable, porque ni el río más putrefacto podía despertar en ella tanto rechazo como yo si podía hacerlo. Cuanto poder absurdo sentía en ese momento. Tan único, tan de ella. Imperioso de mi parte era controlar lo que sentía... pero como hacer que un alud sea frenado con la yema de un dedo? imposible imaginarlo, y tan asquerosamente satisfecho me sentía, que tan solo debía excusarme en la fuerte desolación que ese infierno me provocaba. Así llegamos a destino, ella tan lejos y tan dentro mio, y yo tan eficazmente a su servicio.

Dijo el lobo...

Tu carne ofrecida
tan salvaje y cruda
sufre clemencias
con negaciones activas
cuando tu llanto colmado
es goce profundo
sos la sumisa eterna
en tu destino absoluto

jueves, 2 de octubre de 2008

Universo vivo

El numero infinito está allí. Cada formula da por resultado cada uno de los movimientos implicados en el universo. Mientras vivo sin detenimiento, el número infinito está allí y está en mi cuerpo. Más allá del tiempo, lo realmente caótico es equilibrio que se rompe y vuelve a cero. Busco la ecuación que me lleve al secreto, incansablemente me quemo. No hay linialidad en los acontecimientos, sino una espiral de encadenamientos. Lo realmente visible es engañoso a mis sentidos, pues hay un mundo paralelo, absolutamente desconocido. Otra perspectiva con otra mirada. Ese mundo surrealista, escasamente lo visualizo en sueños.

Tu ser

Tu ser, siendo
como fino cristal
es universo ambiguo
puro e intencional
naturalmente implícita
tu voluntad motivadora
desgarras el espacio
inconmensurablemente

miércoles, 1 de octubre de 2008

La noche fría trae sorpresas

La noche fría desafiaba suspicazmente con un viento cortante, tal era el grado de violencia, que fuertes golpes daba contra mi ventana, como olas rompiendo en las rocas. Ante esa fallida tentativa por invadir mi propio espacio, me dispuse a observar por la misma, la figura de aquella extraña mujer. Tiempo atrás, como todas las noches, ella repetía incansablemente (al menos para mi) los mismos movimientos de siempre. Yo la veía tender su ropa interior en la cuerda a la misma hora, mientras desde una pared de su departamento se dibujaban las inconfundibles sombras de colores que algún televisor proyectaba. Alguna vez y en algún momento, creí haber sido descubierto, y puedo asegurar que ese momento puntual hizo que mi corazón fuera vomitado por mi boca. Claro que, como si fuera un gato, y entre mis propias sombras había logrado escabullirme sin dejar rastros. Pero volvamos a esa noche fría. Esa última noche, casi decididamente me disponía lograr mi cometido. Fue así que me puse el piloto, agarré mi pipa sobre el escritorio, llevándola a mi boca para salir en su búsqueda. Primeramente me paré en la puerta de un edificio que daba justo frente a su casa, como un soldado en guardia, sin mutarse absolutamente por nada. De mi boca exhalaba el humo del tabaco mezclado con mi aliento. Así fue que esperé largo rato sin obtener éxito alguno, pero cuando casi estaba a punto de emprender mi regreso, aquella puerta roja se abrió y de ella asomó una cantidad de payasos, enanos, arlequines, mimos, leones, elefantes, polillas, perros, niños y ella.... Toda la calle contaminada de movimientos, ruidos, colores, risas, tristezas, gritos, y ella.... increíblemente me acerque y los dos bailamos bajo la lluvia, como parte de ese único y efímero espectáculo, que no se repetiría jamás en mi vida.

martes, 23 de septiembre de 2008

Corazones podridos

Machacando la fruta
expulsó cada glóbulo
dejándolo pudrir
al calor del sol.
Una vez seco
lo mezcló con aserrín
le dio únicamente forma
al corazón de madera
que no late ni desespera
tan solo genera ilusión
marchitando presentes
con aroma a frustración.
Esperando serrucho
que lo parta al medio
liberando gusanos
de engranaje añejo.

Haikus III


"Cabeza de serpiente,
humedad lluviosa
escupe veneno"
****
"Contratiempo instaurado
reza plegarias
oscuridades compartidas"
****
"Piel de terciopelo,
reluciente primavera
sella mis manos"

****
"Perros rasgando
profundidades nucleares,
falicamente erupcionando"
****
"Diluviando tus cabellos
bañando mi rostro,
imagenes fortuitas"
****
"Cuerpos ensamblados
unidos por el brillo,
babean hambrientos"

lunes, 15 de septiembre de 2008

De la carcel libertad al barrio

Cuando los frenos acudieron con ese sonido inconfundible, me bajé del colectivo con un sentimiento de calambre que llegaba hasta el alma, el viento bofeteaba mi cara, provocando que una lágrima de frío recorriera el borde de mis ojos para dejarse caer al vacío, sin retorno. Apuré al chofer propinandole unas pocas monedas que aún me quedaban en el bolsillo del pantalón; tomé mi bolso y crucé la gran Avenida desolada o mejor dicho, superpoblada de mis recuerdos. Todavía se encontraba el bar de Paquito, tan congelado en el tiempo. Era propicio cortar la helada con un buen trago. Un perro casi levantó la mirada al verme llegar, y la cola se movía producto del frío y no tanto por la bienvenida. Al ingresar, mis fosas nasales se vieron invadidas por ese olor a noche, a humo estancado, a baulera con humedad. Las mesas con base de mármol rajado, se disponían en fila contra las ventanas, tan llenas de alcohol desparramado, de besos desolados, de putas de antaño. Cuando Paco me vio, movió su cigarro y lo presión contra la comisura de sus labios. Algunos parroquianos, sentados en la barra, soñaban con una vida mejor, mientras la luz amarillenta propiciaba de aureola en sus cabezas sucias. Me acerqué y dije: Lo de siempre Paquito. La ginebra era fuego regresando al volcán. El billar que resonaba de fondo, mientras la radio que había sido adquirida con un préstamo del Banco Nacional, vomitaba la voz de un tango que decía algo así como "Siempre se vuelve al primer amor". Ajeno todavía a los brazos de la mujer que supo esperar con paciencia y querencia el tiempo de mi venenosa condena.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Cielo abierto

Las calles colmadas, campo de batalla. Los conductores de paraguas se empecinan en ganar terreno y dominio. Yo mientras serpenteo entre baldosas rotas, sucias e invadidas por los charcos. Ritmicamente voy moviendo mi cuerpo, evitando ser herido, mientras una lluvia ácida castiga flagelando mi piel fría. El recorrido se hace eterno y mientras pienso, cómo nadie se encargó de poner un cierre a ese cielo carmesí. La contradicción se hace inevitable, cuanto más velocidad y esmero procuro poner, los obstáculos más me frenan. Tan solo son dos cuadras, transformadas en dos años de tiempo. Mierda!! un charco ensucia mis zapatos lustrados por la mañana, y veo como la tinta mancha esa baldosa, mezclandose con el rojo de la lluvia, y se forma un contraste bellisimo. Parezco herido pero no es cierto, y las gotas colándose por mi cuerpo, empapándolo, manchándolo, provocando escalofrío y desesperación. Siento próxima la gripe y mi obsesión se acentúa. Comienzo a correr desesperadamente, perdiendo la visión a causa de mis gafas empañadas. Cruzo la Avenida, y un sentimiento de alivio nace en mi. Veo esa inmensa boca consumidora de carne caliente. Parece todo un espejismo. Me lanzo en un salto casi heroico elevándome por encima del resto, y veo las escaleras que conducen a la realidad paralela. Punto. Alguien regresa a casa herido de rutina.

Confesiones de un asesino



Se que aún aguardan por mi autocondena.
Afirman que soy el único culpable de semejante crimen. Y yo los veo tan culpables como yo.
No voy a contarles sobre el goce que me produjo cada vez que lo hacía.
Tampoco voy a dar detalles de las distintas formas que lo hice.
Creanme que por mi bien y sobre todo por su propio bien, fue de suma importancia cometerlo.
Lógicamente, todavía quedan las huellas visibles. No seamos tan puritanos y espero que Ustedes también tengan el mismo valor para confesar.
Si piden por mi cabeza, yo me entrego, pero no todavía.
No hablemos de buenas intenciones inocentes, ni de ingenuidades absolutas, lo hice en un estado de conciencia óptima.
Todavía resuena en mis oídos los gritos desesperados, alaridos que no me permiten conciliar el sueño y así transito cada noche por esa fina línea sostenida por la culpa.
Si señores, ahora estoy en condiciones de admitir que yo, solamente yo, soy culpable de asesinar a mi propio instinto asesino, carroñero, masoquista, delirante.
Mientras cumplo con mi condena, aguardo por Ustedes.

Dicionis Ferus



Cuando su pecho se partió, un corazón en rodajas fue servido, absolutamente seco de sentimiento y relleno de ambición salvaje. Directamente se ofreció al mismo pueblo que tiempo atrás se jactó de condenarlo; y así los cuervos devoraron con la silenciosa idea que sostenía al de deseo de poseer toda su energía.
Ese fue el nacimiento de la otra cultura; aquella que se sostuvo hasta nuestros días, bajo un manto oculto de orgías desconsideradas y canibalismo puro, dando por resultado mucho polvo de huesos con surcos formados por tristeza.

martes, 9 de septiembre de 2008

Haikus II




"Una yegua en su corral
, perros babeando
nubes de invierno rojizo"


****


"Que refleja el charco?
sombras paganas
escarchadas solemnemente"


****


"Humeante y pasajero
descarrilando mocedades
evolutivamente regresivo"


****


"Las cerezas negras
jugosas y erotizadas
contienen secretos"


****


"Piedas frias
bañadas en miel,
verano deshonesto"


****


"Inhóspita trastienda
instinto empapado,
revolucionando el frío"

viernes, 5 de septiembre de 2008

Haikus

"Nubes bajo tierra
corren como río
mojando mis pies"
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"Latente palpitar
pasión de locura
congela mi razon"

****

"Inmensa luna
invita al juego
quemándonos con sal"

****

"Paisaje gris,
inminente contraste
oliva pinta mis ojos"

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"Ojos de lluvia
bañan tu piel
eres porcelana"

****

"Carton de piel
te enciendes
me refugio en tu calor"
****

"Tímidamente el sol
sonrojóse al ocaso
sopla tu corazon"

jueves, 4 de septiembre de 2008

Recuerdo el barrio

Calles de adoquín
zanjas prominentes
desolación insoportable
el kiosco de mi padre
los dulces robados
la pelota de trapo
las hijas del panadero
los animales disecados del tornero
el tata dios en la medianera
la tabla del cuatro
el juego de las escondidas en casa
la escuela a pocas cuadras
las siestas obligadas
el alfajor imposible
la revista anteojito tan esperada
mi primer muñeco articulado
la pantera rosa de mi hermano
la defensa por mi hermano
la hija del verdulero
el loco suelto
la casa del terror
mi abuelita perdida en su mundo
el coche viejo de papá
el reto de mi madre
las sesiones de baile en casa
el beso robado

martes, 2 de septiembre de 2008

Uno


Puedo considerar que mi casa era lo suficientemente cómoda para nosotros tres. Que las paredes eran altas y blancas, con algunas grietas poco perceptibles. Coincidimos de entrada. Lo mejor era un espacio libre, con pocos muebles, un pequeño sofá en el living, una biblioteca inmensa, una silla mecedora, un gran espejo en una de las paredes laterales, una cama en cada una de las tres habitaciones con su respectiva repisa, y punto. Poco contacto con las noticias del mundo exterior, nada de T.V., nada de radio. Ventanas que eran un puente de salida.
Lo difícil es la convivencia, siempre lo dije, y mucho más tratándose de convivir con un adolescente y un hombre mayor, pues los ritmos de cada uno no eran los mismos que los míos. Por ejemplo, el hombre mayor, gustaba de sentarse en el sofá, tomar un libro y leerlo hasta el final del día. En cambio, el adolescente, iba y venía constantemente; sentía manifiestamente que el encierro le sofocaba pero al mismo tiempo buscaba refugio. Y yo... que continuaba con mi vida diaria, de trabajo y estudio. Poco contacto tenía con ellos.
De todos modos, puedo decir que en el ambiente reina la armonía. Al menos reinó hasta un determinado momento. Resultó ser que una noche de esas calurosas de verano, el adolescente, trajo una mujer de su agrado y decidió instalarla en su habitación por tiempo indeterminado. Claro está que si antes resultó dificultosa la convivencia entre tres hombres, ahora la cosa se complejizaría mucho más siendo cuatro.
Todo fue pasión en la pareja y el viejo no dejaba de apreciar la escena con un dejo de recelo. Podía notarse la incomodidad que sentía, pero al mismo tiempo la fuerte atracción que ella le provocaba.
No voy a mentir, y confieso que yo también me vi afectado. Era difícil para mi levantarme por las mañanas y escuchar su viva voz cantando debajo de la ducha. Imaginar ese cuerpo desnudo abrazado por la tibieza del agua. De hecho, ya era una costumbre para mi, recostar mi oreja en la puerta y deleitarme con esa melodía. Por supuesto, era previo y necesario asegurarse que solo yo podía apreciar esa voz. Y lo mejor era espiar por la ranura de la cerradura. Yo también comencé a sentir envidia y celos. Y parecía que entre ese viejo y yo, había una suerte de plan donde el final resultaba beneficioso para todos. Porque era inminente buscar una solución.
Por aquellos tiempos los dos intentamos seducirla por todos los medios, sin importarnos las consecuencias. Intentos que sólo encontraron como resultado sentimientos de frustración.
Una mañana de abril, hallóse la mujer solitaria en la habitación. El empuje desde mis entrañas que sólo invadía mi mente era "si yo no puedo tenerla, entonces que no la tenga nadie".
Sigilosamente me moví hasta la cocina, abrí el primer cajón de la alacena y tomé el cuchillo más grande. Lentamente recorrí el pasillo hasta llegar a la puerta, tomé el picaporte y suavemente la abrí. Lo que siguió es difícil de relatar. Jamás sentí tanta repugnancia al ver una escena de esas características. Las paredes ya no eran blancas y el olor agridulce que se respiraba era insoportable. Estaba todo dicho. Estaba todo hecho. El viejo estaba condenado y ella se había marchado para siempre.
Hoy cumplo mi condena y pienso en el pasado... solo pienso.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Eterno retorno

Cuando todo se acaba
cuando ya nada tiene sentido
cuando solo nos espera la nada
hay un nuevo comienzo
una nueva vida
una nueva forma
que nos expulsa nuevamente al mundo
nuevamente al planeta tierra
siendo otros y nosotros al mismo tiempo
para vivir el tiempo que sea necesario
para ir despacio
para subir
para caer
para golpearse una y mil veces
para volver a padecer
y volver a nacer
eternamente

Instrucciones para preparar una piñata


Primero debe tomar una buena bocanada de aire, encerrarlo en su boca, apresarlo. Luego con su dedo índice y pulgar, tome delicadamente el objeto por su extremo superior y acerquelo a su boca. Una vez allí, expulse todo el aire contenido y viertalo en su interior. Repita esta secuencia todas las veces que sea necesario hasta alcanzar el tamaño buscado. Procure no excederse, puede que lo rompa arruinando así la sorpresa preparada para los invitados. Finalmente carguelo con los distintos elementos como cartas en miniatura, caramelos, chupetines, raquetas pequeñas, soldaditos, chocolates, etc. Cuando haya llegado a esta instancia, quiere decir que logró el objetivo. Solo le restará alojarse a un costado y disfrutar de la sorpresa y alegría de los niños. Eso sí, por favor no olvide suministrar el palo de escoba con el clásico clavito.

Mi testigo fiel

Por las mañanas tempranas
cuando aún la ciudad duerme
camino por las calles desoladas
habitadas por las sombras
amistosas y vivaces.
Todo se halla cerrado
solo gatos escudriñando
el áspero asfalto mojado
y la soledad que me acompaña
haciendo sombra como calavera
que no pierde mi rastro
y sin embargo se aleja
la veo irse, simplemente la veo.
Solo camino, algún lugar
me encontrará
y si no me encuentra?
y si no me encuentro?
sólo mi sombra quedará

Ecos

Puedo escuchar el sonido del silencio
como un hilo fino que se tensa
sacudiendo las ondas mas atroces
como un fino violín desafinado
rompiendo la orquesta en mi cabeza
mientras busco un apoyo
el punto de apoyo que me devuelva
que borre y quite esa acústica
como un instante infinito
me roba de lo real.. o quizás me conduce
lentamente a una realidad paralela?
aún no comprendo ni quiero

viernes, 22 de agosto de 2008

Cuadro matinal

Riiinnggg.... apago mi despertador, intento volver al mundo real y dejar atrás el show onírico. Mi mascota se acerca, me observa y mide la distancia que hay entre su lengua y mi nariz, una vez segura, me lame sin reparo. A mi lado, yace mi amor. Me incorporo en la cama, y casi sonámbulamente llego al baño, miro mi imagen en el espejo y no me reconozco a esas horas. Me cambio y salgo al mundo exterior. Como todas las mañana, me sumo a la batalla por el ascensor. Saludo al portero, como siempre está en el mismo sitio, haciendo exactamente lo mismo, diciendo exactamente lo mismo. El frío matinal me envuelve en una nube helada, y así me lleva por el mismo camino. Los vándalos caninos se cruzan buscando su alma. Cruzo la vía del tren y el olor a pan quemado mezclandose con la voz del diariero que comenta sobre el último crimen publicado y el preciso accionar de la mafia. Veo los árboles desnudos por la callecita, y diría que la misma gente se topa conmigo. Saludo al playero que jamás entable diálogo alguno, y sin embargo un día lo saludé; a partir de ese momento pareciera que nos conocemos de toda la vida. Busco entre mis ropas, desesperadamente las monedas para mi boleto, por fin llego al monto justo. Los niños que bajan del colectivo, como soldaditos programados por un ser superior, van en filita hacia la escuela. Intento no chocar con ninguno de ellos, demorando mi paso, me enfurezco y me doy cuenta de ello. No es bueno enojarse desde tan temprano. Me ahorro un tramo cruzando por el camino de tierra, veo como mis zapatos sucios se ensucian más aún y no le doy importancia alguna. Me divierte caminar apresuradamente y ganarle de mano a todos los que van en la misma dirección. Incluso, muchas veces simulo ser un automóvil e internamente imagino el sonido de un motor que acelera y baja cambios. Ya se, no digan nada. Nuevamente el mismo cuadro, solo que las figuras rotan en la tela. Inevitablemente yo formo parte de él. Quisiera romper con esa imagen, hacerla pedazos. Rompen filas, y un río de hormigas negras y coloradas se abre ante mis ojos. El problema es la falta de compatibilidad. Una vez arriba del colectivo, el movimiento personal pierde sentido. Uno va sentado o colgado como un mono y hasta probablemente, aplastados como sardinas. Todos se quejan pero buscan calor humano. Ellos de traje, ellas dibujando belleza en su rostro. Así comienza mi día, cada mañana....

miércoles, 20 de agosto de 2008

He alli



He allí ese espejo, al borde de la cama, absorviendo cada imagen que se posa en él, secuestrando la energía nuestra sin rescate alguno. Viéndote, viéndome, viéndonos los dos, ya no somos dos, sino muchos. Esos muchos que son parte nuestra, jugando con los opuestos, con luces y sombras. Nos devuelve la desnudez absoluta, el silencio marcado, la distorsión de los cuerpos sin lógica. La belleza de lo imperfecto, de lo que alguna vez fue, de lo que hoy somos llenos de marcas, llenos de pasado. He allí ese espejo que no limita, que proyecta al infinito, nos conduce sin razón a ninguna parte, a ningún lugar, nos hace perder en el instante mismo. Y te acaricio, te peino, te susurro al oído... dejo la marca del amor que se reproduce en la imagen, como un horizonte perdido que se une con el mar. He allí ese espejo que dibuja tus pechos como lunas, tan llenas de vos, sensibles al peregrinar de mis manos que buscan tu camino más íntimo. He allí, solo allí, solo nosotros con los otros.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Mi nombre es Libertad

Libertad... libertad es la que siento cuando dejo librado al azar mis pensamientos, pues no encuentran obstáculo posible que interrumpa su transcurrir, por analogía flotan y vuelan con el viento, como hojas secas en invierno. Los hay de todo tipo, sensibles, verdaderos, sutiles o simplemente absurdos. Y justamente en lo absurdo encuentro diversidad colmada de diversión. Fantasear con situaciones que alteren la realidad, que modifiquen el estado de aquellas personas que estén cerca de mi. Montar escenarios irreales, ficticios. Dar rienda suelta a lo ilógico, sin razón, buscar el espacio puro para lo infantil, para todo aquello que la realidad no pudo corromper, no pudo modificar. Eso es libertad. Libertad es jugar a ser y no ser, a estar y no estar. La libertad se construye, se alimenta, se transforma, cambia de color, de espacio, de cuerpo. La libertad no solo es andar sin cadenas, la libertad es colmarse de fantasía, de locura, pues hasta el más loco de los locos es libre en su locura.

La muerte



Tic, tac, tic, tac... Torturante, tirano, testigo fiel al paso de mi vida. Insensible, mecánicista, ideal ficticio de un quebranto real. Marca los pasos, acelerándolos o simplemente desgastándolos. Tic, tac, tic, tac... Desde el comienzo hasta el final. Mantiene vivo su corazón mecánico, mientras el mío envejece sin más. No hay retorno. Jamás volverá a existir un principio, sólo el que fue. Dudo que mi deseo pase por allí, no tolero esa idea. Tampoco tolero la idea de inmortalidad. Solo cabe para mi una idea, que difícilmente se desligue del tiempo, y es la idea de mi propia muerte, esa sombra que simplemente espera por mi, espera por el, espera por ti.... solitaria, alli, fría y astuta, alli....

martes, 12 de agosto de 2008

Yo, tu dueño..


Me gusta trepar por el pliegue de tus piernas, rodeándolas, sofocándolas, adhiriéndome a ellas hasta llegar al polen de tus secretos, hurgar en ellos y robarlos, llevarlos conmigo, en mi piel, para tatuarlos. Sobornarte con placer, hacer que te retuerces en tus plegarias con llanto, llenas de olor a pulcritud, abusándome y disfrutandote. Derretirme y perderme en tus tentaciones, mezclándome con la ironía de tu balbuceo para callarlo, ser tu deseo más prohibido y reinar en el infierno de tus delirios, conquistándote con ceguera y salvajismo.

lunes, 11 de agosto de 2008

Mi matrioshka


Cómo distinguir por las mañanas, cuando el sol entra por la ventana, cuál es su propia luz? si en mi lecho duerme la estrella más iluminada. En las noches enfermo por su amor, aumentando la fiebre de mi pasión. Es la llama de su deseo mi guia, mi brújula. Cuando la sudestada arremete, ella quema, todo lo quema. Es su boca de terciopelo, magníficamente suave y sensual, la fruta más dulce. Mi dulce matrioshka.

Entre tu y yo


Espacio creado entre tu y yo, donde el aire tiene vía libre y nuestras manos dibujan el contacto suspendido. Silenciosamente nos miramos, nos encontramos, nos identificamos, nos desfiguramos. Conozco tu alma y tú conoces la mía, y no es un espejo, no.... Sin embargo puedo verme en vos, y me reconozco. Dimensionando pequeñeces de tu grandeza, nos agigantamos ligándonos, para juntos estar en el camino, que es nuestro, tan tuyo, tan mio. Laboriosamente día a día vamos construyendo, edificando el templo de nuestro propio sacrificio. A veces soy tu dios y a veces, símbolo totemico. Hermoso rodar hasta el final para encontrar simplemente un nuevo principio, tan solo delicias conyugales. Y sino estas cerca, mata la ausencia, quebrando y castigando. Reconociendo caprichos que puntean aguijoneando, y sino envenenan. Por eso te busco, y me buscas, sin dolor. Por eso te elijo y me elegís.

viernes, 8 de agosto de 2008

Ficciones verdaderas


Desde muy pequeñito deseaba que sus muñecos tomaran vida, así pasaba las tardes en el fondo de su casa alineando cada uno de ellos en distintas posturas y expresiones. Podía apreciarse la variedad de formas y estilos, pues la lista estaba comprendida desde un pequeño robot inmóvil hasta un soldado articulado con pelo y barba de felpa. Quizás ese sueño se ajustara a las preferencias que nuestro pequeño sentía con determinados muñecos. Lo cierto es que una tarde, su madre le había dado algo de comer y el pequeño estaba inapetente, con lo cual, no se le ocurrió mejor idea que depositar parte de ese alimento en el compartimiento para baterías de un hermoso robot intergaláctico. Como era de esperar, el tiempo se encargó de transformar ese depósito en algo putrefacto, perfumando el rincón de sus muñecos con ese aroma. Sus padres preocupados, sacaban sus propias conclusiones .... - Debe ser un murciélago muerto... ó - Seguramente alguna laucha que se coló. Tan intensa fue la búsqueda, que al cabo de unos días, cuando todo se volvía insoportable, nuestro pequeño recordó que ese robot existía, y fue en su búsqueda. Así sus padres descubrieron la prueba del delito y con ello se armó la gran trifulca. No tenemos pruebas fehacientes que demuestren y confirmen que el robot haya logrado adquirir vida, pero si nos quedó claro que consiguió volar, aunque más no fuera por un instante breve.

jueves, 7 de agosto de 2008

Invasiones ficticias




Barquito de papel que navega sin rumbo, hundido por los minutos en el fondo de una zanja llevando consigo la ilusión, la fantasía... Mientras los soldaditos, estáticos, estupefactos ante el hundimiento, buscan nuevas ordenes que cumplir. Así el enchastre se comete, y la ropita limpita se mancha de alegría. Allá a lo lejos, una voz de mujer... una voz de madre indignada, reclama asistencia perfecta, retorciendo sus manitas... Mi chiquillo, mi diablillo. Hermosa sonrisa la mía... mezcla de travesura y torpeza. Pero volvamos a la zanjita que todavía quedan muchos botecitos.... mientras los soldaditos bailan en manos de otros niños.

viernes, 1 de agosto de 2008

En un lugar oscuro



Siendo pequeño, tenía la sensación que la oscuridad estaba compuesta de seres extraños, seres que habían sido despojados de la luz para reinar en las noches.
El temor a levantarse por las noches, o mejor dicho, esa seguridad que nos brindaba el espacio creado debajo de las sábanas, era la única herramienta con la que uno contaba frente a tamaña dimensión que la oscuridad presentaba. Claro está, que muchas veces, esa seguridad podia traer algunos inconvenientes como por ejemplo postergar las ganas de ir al baño y lógicamente, amanecer mojado en la cama. Pero lo cierto es, que el menor ruido desconocido por nuestros oídos, era razón suficiente para ocultar nuestros rostros dentro de la cama y cerrar los ojos esperando que todo pase lo más rápido posible. Por supuesto que ese temor a lo oscuro, por lo menos en mi caso, no solo podía encerrarse entre las cuatro paredes que componían mi habitación, sino que podía trasladarse, por ejemplo, al temible pasillo en forma de "L", que conducía al resto de los ambientes. Asi fue como una noche soñé algo que me acompañará por el resto de mi vida. Yo me veia caminando a ciegas por ese inmenso pasillo (debo aclarar que de inmenso no tenía nada, pero para los ojos de un niño de tan solo ocho años, ese pasillo realmente era algo inmenso), espalda pegada a la pared, manos buscando estabilidad en el espacio. Cuando casi estoy llegando al final del primer tramo, yo me veo a mi mismo encontrándome con otro niño igual a mi, salvo un ligero detalle, y es que ese niño igual a mi, tenía en su rostro algo que lo diferenciaba de mi mismo. Justamente era su expresión, un tanto maléfica, un tanto tenebrosa.
Luego de esa pesadilla, desperté sobresaltado en mi cama y lógicamente me encontré con la habitación a oscuras. Con lo cual, no me quedó otro remedio que acudir a mi escudo protector.
Otro ejemplo que demuestra ese traslado del temor hacia la oscuridad, esta representado en los viajes que realizabamos en auto por los tramos donde la ruta solamente estaba iluminada por las estrellas y la luna.
Mirar por la ventanilla del automóvil hacia afuera, y ver esas sombras reflejas por los pinos o arbustos que el campo devolvía, eran signos suficientes para pensar que algo oculto habia entre esos movimientos.
En fin, creo que el temor a lo oscuro es algo universal y con esto no quiero decir que he descubierto la pólvora, pero simplemente con este breve relato quiero exponer que ese temor, es algo particular y personal, y cada uno lo orienta hacia la fantasia que mejor le plazca, creando infinitos mundos de seres, justamente, de otro mundo.

jueves, 31 de julio de 2008

La visita..



Vamos llegando, y a lo lejos se divisa la casita vieja, llena de pasado. Por esa calle cuesta abajo que proximamente se vuelve una lomada. En la esquina, el taller, con sus coches de antaño esperando ser reparados por esas manos gastadas, llenas de tiempo. La alegría desborda mi corazon y las palpitaciones aumentan. Es cruzar el umbral y recibir ese abrazo contenido en el tiempo. Ver esos ojos de cielo. Recibir el afecto mezclado con emoción. Escuchar el paso de un carro, el saludo de algún vecino. Ingresar a la casa y empaparme de olor a pizza... sentir el fresco inviernal acorralado en algún recoveco. De fondo suena el candombe en la radio y se mete en mis venas. Al ratito una pequeña atención, un obsequio con amor. Y el paso fugaz que graba una vez mas en mi memoria esa visita tan esperada. Pues la casita de mis abuelos, es la casita robada de un cuento, con un final incierto que permite a mi deseo, buscar y jugar en el baúl de la felicidad, el paisaje más encantador.

Breve relato del Otro


La realidad me llama como cada mañana, pero algo extraño percibo o al menos quien lo percibe, ya no sea mi propio yo sino alguien que habita en mi, que se presenta repentinamente, inminentemente, imposible de borrar. Ohh, magnífico Stevenson! con que claridad tu lo has plasmado en un simple papel, esa lucha interna, entre lo blanco y lo negro, entre la luz y la oscuridad, esa disputa interminable, silenciosa. Esa dualidad inconmensurable. Y justamente es extraño ya que lo percibido es visto con otros ojos que no son los mios, sino los de él, que está en mi, y así se percibe. Asi lo refleja el espejo y por más que lo borre, lo lave, lo esfume, simplemente está...

La tiranía del tiempo


Sigo su camino, su rastro
como sabueso, olfateo
expandiendo sentidos
en púdico silencio
recorriendo el hogar
buscando su encuentro
a la hora exacta
su retorno inminente
al compás del tic tac
solamente espero
con la necesidad
de su necesidad
desespero....

martes, 29 de julio de 2008

Emperatriz


En la trastienda del deseo
sólo tu gobiernas
religiosamente hablando
eres el arcangel oscuro
pero no dispongo de fe
al menos, cristiana
por eso simplemente
te veo a imagen y semejanza
de una diosa pagana
busco redimirme ante ti
quiero tu castigo
dulce castigo
ofrezco mi sed
para que llenes mi boca
con tus besos mojados
que alimentan mi ser.

De la A a la cama


Prófuga del destino
te arrojaron al mundo
sin pedirlo siquiera
crearon contigo una burbuja
y asi flotaste en la atmósfera
te recogieron, en buenas manos
dándote forma, moldearon tu imagen
pero no tu esencia, no.
Dulce diamante, pulido por el tiempo
te hace lo que sos, y brillas más que nunca
llena de inteligencia y misterio
sigilosamente te vas moviendo
felino por la noche
estratega de una guerra de ficción
me subordino a tu ley
para revolucionarte
para derrocarte
para vencerte en el lecho
nuestro lecho
sólo nuestro.

El gran Chef

Juguemos...
juguemos en la cocina
a ser tu cocinero
y tu, simplemente mi bocado.
Desnudarte, quitar tu plumaje
pelarte, salarte y tirarte en la tabla.
Cocinarte lentamente, sofocarte
recolectar tus jugos, sabrosos
y empacharme de vos.
Servirte en una mesa
acompañar tu presencia
mezclarte en mi boca
con el sabor del vino
disfrutarte pausadamente
cerrar mis ojos
y soñar contigo....

Tu nombre

Tu nombre me sabe a:
Invariable
Inconstante
Incognita
Inmadura
Incontrolable
Intermitente
Insolente
Interesante
Indecente
Incorrompible
Insustituible
Intrusa
Indiscutible

Eres mi universo


Rompe el silencio
grita en silencio
con una mirada
su luz quema.
Es una llama
que no se extingue
dando calor
dando refugio.

Rompe el silencio
grita en silencio
con una mueca
se oscurece.
Es la noche
nunca se apaga
mundo de estrellas
dando calor
dando refurio.

Rompe el silencio
grita en silencio
con ese cuerpo
que se arquea.
Es arco y flecha
atraviesa los tiempos
sin comienzo
ni fin
dando calor
dando refugio.

Amor animal




Hay un instante previo

donde te veo, te siento

es tu cuerpo en erupción

próximo al estallido.

Te acompaño en ese viaje

sin atmósfera, sólo humedad

y me ahogo en tu caos

sin retorno.

Satisfecha las pulsiones

solo cuerpos tendidos

agotados, perdidos.

Solo manchas del deseo

serán las marcas del tiempo

aromas únicos y personales

identificandose, como perros.




Fuego


Solo conquisto y navego
por el mapa de tu cuerpo
voy descubriendo paisajes
y desiertos.
Arenas movedizas, tramposas
me tientan, me llaman.
Busco incansablemente
las arcas de tu riqueza
y me vuelvo estéril de pensamiento
solo hay lugar para el deseo
voy y vengo, sin brújula
pues el viento es mi guia
quiero hundirme en tu agonía
y juntos ser ceniza en el recuerdo.

Remolino que trae tu boca




El viento que trae tu boca

desparrama ideas

solo en sueños.

Mi mente se torna remolino

que todo lo arrastra

que todo lo pierde

y proximamente vuelve

en figura y forma

amorfa,

efímera,

inútil.

lunes, 28 de julio de 2008

La marca

Finalmente todos pasaban
viendo tamaña figura en los cielos
dandose vuelta en su propio eje
cocinandose en las brasas celestiales
el inmenso cerdo se doraba
y las gotas de su cocción
salpicaban sin distincion alguna
provocando el caos absoluto
pues nadie deseaba su mancha
y sin embargo era un imposible
ya que nadie podia dejar de pasar.
Asi se tomaban los rostros
buscando reconstruirlos
viendose en espejos imaginarios
mientras los gritos del pasado acechaban.

viernes, 18 de julio de 2008

Visión del amor

Este amor no tiene fin
une puentes en la distancia
con tirantes de silencio
y sin destino marcado.

Este amor tan único

tan extraño, inconvencional
pide a gritos su presencia
perdiendo lágrimas con su ausencia.

Este amor nació del cielo
conquistando el universo
como un niño travieso
robando estrellas con un beso.

Este amor iluminado
oculta siempre su riqueza
jamás se mezcla con querencia

pues, es rico por naturaleza.

Este amor enarbolado
cada día da una fruta
nuestras bocas diminutas
muerden la pulpa y su frescura.

Principio

Puedo verte en una gota
como un regalo natural
verte encerrada alli
moviendoté lentamente
confundiendo tu imagen
cálida y transparente
mojando mi mano
empuñando tu belleza
acariciando mi piel
sintiéndote como miel
fundiendo mi ser
como huella en madrugada.
Deseo verte siempre asi
escurridiza pero presente
y que nada sea diferente
al mismo día en que te conocí.

Seré

Si tu me esperas en primavera
seré flor que nazca para ti
me tomarás en tus manos
con fragilidad.

Si tu me esperas en otoño
seré hoja que muera para ti
me rescatarás del viento
con esmero.

Si tu me esperas en lo oscuro
seré luciernaga iluminada
me guardarás en tu almohada
con prudencia.

Si tu me esperas... si tu me esperas
seré eso y no seré nada

pues mi sombra
es la que habla.

miércoles, 2 de julio de 2008

Por mi manzana...


Con las rodillas sucias
así fue trepando
y casi sin espanto
el horizonte admiró
esa plaza le perteneció
al menos eso creyó
luego domingo con sorpresa
hurgando por la arena
recuerdos y objetos encontró
que solo escondió
y a su padre regaló.
Luego la manzana
sencillamente recorrió
con su autito de carton y madera.
El payaso de la esquina espera
siempre su madre decía
cuando en tardes de lluvia
el tedio solo acudía
y un mundo de brillantina
en sus dedos se mezclaba
porque nunca paraba
de crear mientras lo acariciaban.

Recuerdos de un Tablado



Cuando las luces encienden
y el murguista se maquilla
corre una leve brisa
de felicidad en movimiento.
El tablado está preparado
como si aún fuera niño espero
sentado en el banquito
la salida con esmero.
Voces, risas, aplausos
humo con estrellas
viendo nobles cabezas
pensando el repertorio.
Movimientos de marioneta
mas vivos que nunca
de su boca solo caricias
con su humilde orquesta.
Serpentinas de frio invernal
y globos de abundancia
llenos de suaves palabras
para niños con astucia.
El show se termina
y el murguista camina
quitandose la tristeza
en una pobre cantina.

martes, 1 de julio de 2008

Solo gotas


Gota que moja
cae y despoja
crece y se pierde
por tu ventana


Solo la lluvia
se mezcla contigo
gota que moja
asi se le antoja


Nada lo impide
viento y cariño
solo caricias
ausencia y querencia


Barro y relinche
trueno con miedo
viento perdido
juega al olvido


Casa vacía
llena de gotas
gota que moja
que paradoja

jueves, 12 de junio de 2008

Rutas blancas


Por las rutas blancas
de las disputas
andan las putas
calmando angustias


Corazones rotos
congelados en fotos
como vida de devotos
rezan la gloria misma


Cuartos sucios
con olor a canela
sabanas rotas
y maltratos en vela


Moneda con hueco
ni cara ni cruz
aliento seco
deja pasar la luz


Llantos con rush
soledades profundas
se pierden en fundas
de almohadas difusas


Valientes y cobardes
negando verdades
tapando calamidades
con besos y vanidades


Ni tuya ni mia
asi lo veía
con tal herejía
como se sentía


Lavando pecados
baratos, sensatos
se ofrecen en platos
rayones novatos

Canción para Paquito




Si lo vieran por el andén
de una rapsodia pertenecer
con su flautin imaginario
y sus zapatitos miserables
vendiendo ilusiones y cascarones
para inocentes corazones.


El viento lo despeinaba
pero siempre imaginaba
la vida como una romana
en coliseo de pomada
vista corta y nariz muy larga
regalando sonrisas
para cada dama.


Ilustre artista de vagón
duerme en un bodegón
escondiendo mugre y pobreza
y ser su gran alteza
al otro día mariscal
una estatua con sal


Preguntan en las estaciones
donde escuchan las canciones
de payasos con lamparones
y palomas en migraciones
con globos, sueños y comparaciones
de mundos con grandes ilusiones


Paquito el cieguito
añora su tierra un ratito
y como un pequeño patito
nada entre vías y tablones
que son tan marrones
como vida de grandes señores.

miércoles, 11 de junio de 2008

Rostro de porcelana


Juro por los dioses
paganos del universo
que tu mirada
quema como los pecados


Dulce Señora en celo
que en sueños lastima
derritiendo la gota
de mis instintos


Durmiendo bien despierto
me cuelgo de tu cuello
y desaparezco por tus besos
como arena con el viento


Rostro de porcelana
dibujado con tinta china
como muñeca encantada
puesta en una vitrina


Serpiente de paraiso
que tienta una mordida
robando la sabiduria
de noches con brujería


Como un gato trepo
a la ventana de tu ego
cuidando la figura
de la dulce amargura
que revela tu locura


Maldita razon embustera
apretando cremalleras
expulsandome como pantera
a tu cuarto en primavera


Fingiendo presencia
a la luz de una vela
me pierdo por tus caderas
como humo en las praderas


Malefico veneno
que salaste con pasión
el delirio de mi razón
muestrame la llave
que abre tu corazon.