miércoles, 2 de julio de 2008

Recuerdos de un Tablado



Cuando las luces encienden
y el murguista se maquilla
corre una leve brisa
de felicidad en movimiento.
El tablado está preparado
como si aún fuera niño espero
sentado en el banquito
la salida con esmero.
Voces, risas, aplausos
humo con estrellas
viendo nobles cabezas
pensando el repertorio.
Movimientos de marioneta
mas vivos que nunca
de su boca solo caricias
con su humilde orquesta.
Serpentinas de frio invernal
y globos de abundancia
llenos de suaves palabras
para niños con astucia.
El show se termina
y el murguista camina
quitandose la tristeza
en una pobre cantina.