Espacio creado entre tu y yo, donde el aire tiene vía libre y nuestras manos dibujan el contacto suspendido. Silenciosamente nos miramos, nos encontramos, nos identificamos, nos desfiguramos. Conozco tu alma y tú conoces la mía, y no es un espejo, no.... Sin embargo puedo verme en vos, y me reconozco. Dimensionando pequeñeces de tu grandeza, nos agigantamos ligándonos, para juntos estar en el camino, que es nuestro, tan tuyo, tan mio. Laboriosamente día a día vamos construyendo, edificando el templo de nuestro propio sacrificio. A veces soy tu dios y a veces, símbolo totemico. Hermoso rodar hasta el final para encontrar simplemente un nuevo principio, tan solo delicias conyugales. Y sino estas cerca, mata la ausencia, quebrando y castigando. Reconociendo caprichos que puntean aguijoneando, y sino envenenan. Por eso te busco, y me buscas, sin dolor. Por eso te elijo y me elegís.