viernes, 23 de mayo de 2008

Encuentro




Tengo la impresión

de saber que tu presencia

se debe a las huellas

que aquel mar borró


Furtiva, implacable, ardiente

me esperabas en el corazon

de una ciudad, cual deseo compartido

ante esos ojos sedientos

que veian pasaron almas perdidas


Nos desnudamos con la mirada

en la mesa de aquel café

con besos te acorralé

y venciendo la batalla

con balas de flores te acaricié


Entré en tu alcoba llena de sombras

y fuimos una multitud

pediste calor de un sol ausente

olvidaste tu pasado mostrando

tus manos vacías que posaste en mí


La luna roja del sur se desangró

fetiche se regocijó con tu alma

colgándose junto a los cristales

te iluminó, traslúcida, lejana

luciérnaga te encendiste

y tu calidez me desvaneció


Así la noche perdida nos encontró

delirando de locura en tiempos

de revolución

Sobrevolamos los parques

mientras los perros ladraban

a nuestros silencios sucios


Construimos nuevos caminos

que nos condujeron a días

sin sentido para el mundo

pero tan llenos de nosotros

tan nuestros, tan increiblemente

nuestros.