martes, 9 de noviembre de 2010


Un lobo se dispara por la ancha Avenida, huye por el impacto en su sangre, cuando menos lo esperaba algo acertó en su costilla, jamás esperó de frente y la sorpresa asertiva logró su cometido. Desesperadamente dispara por la ancha Avenida, huye porque vomita miedo. Va dejando fuego en su camino, luminoso camino. No descansa, no. Evita el choque frontal, y lo vemos como va. Sin duda vemos como va, desde la ventana lo vemos correr, y yo te digo que no mires, no. Yo si. Cubriendo tus ojos, te digo... NO MIRES.

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