Las medusas en la noche se mueven por el cuarto oscuro y suspendidas en el aire cargado de sexo, buscan contacto y calor. No se reconocen entre si hasta intercambiar fluidos. Danzan lentamente y emiten sonidos. Logran derretir las paredes y hacer latir al deseo. El deseo encadenado tira de la soga hasta desgarrar la piel erizada, y por la comisura de sus labios pende un hilo de baba. Los amantes muerden la carne y disfrutan su bocado, la mastican lentamente hasta las últimas consecuencias. La lluvia golpea la ventana y acompaña al movimiento entre sábanas. El cuero asomando su brillo se estrecha ajustando la piel. El rouge de sus labios desviste su lengua lujuriosa y recorre los rincones más húmedos. Uñas, medias en red, velas. Los cuerpos se agitan y flotan como las medusas. Un grito de placer libera las tensiones y el ritmo cardíaco se acelera. Huellas cubriendo el colchón y la carne en reposo.
miércoles, 31 de octubre de 2007
Inconsciente al diván II
Abre una puerta suspendida en el aire y de ella emanan dos elefantes de circo. El primero de ellos, mucho mas grande pega un brinco y se pasa de la línea, no tiene retorno. El que le sigue, mas pequeño en su dimensión, no brinca. Comienza a correr persiguiendo al individuo a una velocidad jamás vista. Furioso, desquiciado, cansado de haber estado tanto tiempo del otro lado de la puerta, pero a la vez seguro por creer que el individuo era el culpable, despliega su fuerza contenida. Busca aplastarlo, disminuirlo, hacerlo desaparecer de una vez y para siempre. Corre sin parar hasta que se congela. Estaticamente se vuelve de porcelana. Inofensivo, deja de ser una amenaza. Sin vida y transformado en objeto estéticamente costoso. Ahora, aguarda desde una repisa.-
Inconsciente al diván I
Una noche obscura y sin clima. El edificio está totalmente vacío. Recorre cada rincón sin éxito, no sabe que busca. Puede que busque la salida u otra cosa. Transita por baños y vestuarios sucios, fríos, vacíos. Se agita y desespera, transpira. Sube una escalera en cuatro patas y encuentra un conducto al exterior. Se asoma y ve una trinchera, se incorpora y nuevamente levanta la vista. A a lo lejos encuentra un parque con un camino de piedra en el centro, a su costado una larga fila de enormes pinos. En parte iluminado por farolas. Asoman sombras en movimiento. Se siente perseguido, paranóico, amenazado, observado. Vuelve a meterse en el edificio y aguarda una señal. El pánico domina su cuerpo y forma una coraza.
lunes, 29 de octubre de 2007
Misión imposible...
Cómo frenar el tiempo? dificil ir en contra... inevitablemente todos vamos en la misma dirección.
Fluye y se pierde como el agua en las manos. Imposible de atrapar.
Asumir que todo nace, evoluciona y en algun momento desaparece para siempre, es como sentir un puñal en el pecho. Pero ese es el destino.
Y luego, la nada.
La incertidumbre por no saber que será de nosotros mañana. Primero me iré yo, o vos?
No concibo la idea de aferrarme a tu ausencia... y al mismo tiempo siento aflorar mi egoismo por pretender irme primero.
No temo, solo siento intriga.
Y si realmente no hay nada? si esto fue todo? cuál es el sentido entonces?
Y el tiempo sigue pasando. Mi vida en imágenes congeladas. Mis ojos, el gran proyector.
No creo en la idea de un juicio final.Cada uno tiene lo que merece en esta vida y aqui mismo las paga.
Maravillosamente la vida es compleja y nuestra especie, mucho más aún.
Venimos a este mundo. solos y solos nos volvemos a ir de él. No elegimos venir. Tampoco elegimos nuestro nombre. Pero es hermoso estar.
En este fluir, mientras el tiempo pasa, los otros nos dejan huellas. Son marcas que recolectamos con cada vivencia, con cada experiencia.
Buscamos la mirada del otro, apenas salimos del vientre. Y son las miradas que se cruzan en nuestro camino los puentes que transitamos a lo largo de la vida.
La soledad es nuestra sombra, nos custodia cada paso que damos. Es paciente y espera.
A veces se hace presente y otras veces se esconde en lo mas profundo de cada uno.
Hasta que punto sería beneficioso detener el tiempo?
Sólo sé que algunos son tan importantes que inmortalmente se mantienen en el tiempo.
Lo marchito, lo oscuro, lo frio, nos aguarda y saber eso, es la condición que tenemos apenas nacemos. Saber que en algún momento todo acaba.
El paraíso si existió....
Cuando el dios Sol ingresaba a nuestra aldea y llenaba de luz nuestros corazones, eramos felices.
La brisa limpiaba los malos espíritus y colgados de una nube eran llevados lejos de aqui.
Los ríos, cuan venas abiertas alimentaban nuestras gargantas desgarradas, luego de largas noches de ritos y danzas, llenando de frescura los cuerpos.
Nada debíamos y todo lo conseguiamos por nuestros propios medios, la caza era la fuente de nuestra alimentación.
El hombre guerrero, portaba su condición desde el vientre materno.
La mujer recolectora, era su complemento.
La paz reinaba en cada rincón, en el aire, en la tierra, en los arboles y en las rocas.
Vino el hombre blanco, y consigo trajo peste y muerte.
El dios Sol dejó de ingresar a nuestra aldea y las sombras destruyeron nuestros corazones, nos volvimos seres tristes y vulnerables.
La brisa dejó de correr y los malos espíritus bajaron de las nubes para danzar en nuestros pechos abiertos.
Los ríos se tiñeron de rojo y nos fuimos desangrando dejandond las gargantas secas. Por un tiempo desaparecieron nuestros ritos y la danza murió con nostros.
Comenzamos a ser deudores y a pagar las deudas con nuestras vidas.
Ya no cazabamos sino que eramos cazados.
Ya no eramos alimentados, pero si alimentabamos con nuestras riquezas.
Peleamos hasta la muerte, con honor y dignidad.
Nuestras mujeres fueron violadas y asesinadas. Nuestros niños vendidos como recompensa.
Dejó de existir la paz.
Hubo un tiempo en que existimos y fuimos felices....
Nuestras voces resuenan como gritos del mas alla.
Solo quedan recuerdos de lo que nunca pudo ser.
Las almas guerreras colman cada espacio y así vuelan con el viento.
Corazon palpitante, que herido no para de sangrar.
Cada gota derramada, cada voz desgarrada, se escucha por las noches pobladas de luna nueva.
Danzamos en mentes proyectadas al futuro, golpeando como martillos que reclaman justicia y asi nos mantenemos vivos como antorchas eternas.
viernes, 26 de octubre de 2007
Me gusta el olor a césped recién cortado
el olor a tierra mojada
los olores de un bosque
el olor del jazmin
el olor de la espuma de mar
Me gusta el olor del café por las mañanas
el olor que tiene tu piel
oler tu pelo recién mojado
sentirte cerca
los hechos justos
Me gusta la libertad de los pueblos
la compañía de amigos
la sonrisa inocente
tu simpleza como una grandeza
reflejarme en tu mirar
No me gusta la prisión
lo injusto
el sometimiento
la traición
tu ausencia
No me gusta la ostentación de poder
la discriminación
el sistema que rige al mundo
el hambre
el abuso
Me gustaría tenerte conmigo siempre
que rindas culto en mi muerte
haber sido algo suficiente
muchas veces perderme entre la gente
sembrar tu vientre
Me gustaría que no mande nadie
que gobierne el pensamiento libre
que los niños inventen otro mundo
que no existan fronteras
que la tortilla se de vuelta
martes, 23 de octubre de 2007
Jugar por jugar...
Sugiero que el más triste de los presos
tenga derecho a sábanas de seda;
bendita sea la boca que da besos
y no traga monedas.
Propongo corromper al puritano,
espiar en la ducha a las vecinas,
ir a quitarle al dios de los cristianos
su corona de espinas.
Nada de margaritas a los cuerdos,
hay que correr más que la policía
para bailar el vals de los recuerdos
llorando de alegría.
La vida no es un block cuadriculado
sino una golondrina en movimiento
que no vuelve a los nidos del pasado
porque no quiere el viento.
Se aconseja dormir a pierna suelta
lejos de tentaciones de diseño,
que no pase de largo por tu puerta
el hombre de tus sueños.
La rana esconde un príncipe encantado,
tu boca un agridulce de membrillo¡
qué ganas de un cursillo acelerado
de besos de tornillo!
Y jugar por jugar
sin tener que morir o matar,
y vivir al revés
que bailar es soñar con los pies.
Conviene entrar penúltimo en la meta
de la vuelta a la infancia en patinete
y fusilar al rey de los poetas
con balas de juguete.
Por qué no doctorarse en cremalleras
como hace la hormiguita por tu espalda
e hilvanar con jirones de banderas
braguitas rojigualdas.
Hacen falta cosquillas para serios,
pensar despacio para andar deprisa,
dar serenatas en los cementerios
muriéndose de risa.
Joaquin Sabina.
tenga derecho a sábanas de seda;
bendita sea la boca que da besos
y no traga monedas.
Propongo corromper al puritano,
espiar en la ducha a las vecinas,
ir a quitarle al dios de los cristianos
su corona de espinas.
Nada de margaritas a los cuerdos,
hay que correr más que la policía
para bailar el vals de los recuerdos
llorando de alegría.
La vida no es un block cuadriculado
sino una golondrina en movimiento
que no vuelve a los nidos del pasado
porque no quiere el viento.
Se aconseja dormir a pierna suelta
lejos de tentaciones de diseño,
que no pase de largo por tu puerta
el hombre de tus sueños.
La rana esconde un príncipe encantado,
tu boca un agridulce de membrillo¡
qué ganas de un cursillo acelerado
de besos de tornillo!
Y jugar por jugar
sin tener que morir o matar,
y vivir al revés
que bailar es soñar con los pies.
Conviene entrar penúltimo en la meta
de la vuelta a la infancia en patinete
y fusilar al rey de los poetas
con balas de juguete.
Por qué no doctorarse en cremalleras
como hace la hormiguita por tu espalda
e hilvanar con jirones de banderas
braguitas rojigualdas.
Hacen falta cosquillas para serios,
pensar despacio para andar deprisa,
dar serenatas en los cementerios
muriéndose de risa.
Joaquin Sabina.
El placer de viajar...
Me veo sometido y supeditado a la disponibilidad y buena voluntad de los encargados de transportar vidas en la línea 159. Y si... es correr contra el tiempo, ver la meta más próxima y sentir la gloria al alcance de mi mano... Pero no.... resulta lo contrario, cuando en suma apariencia se refleja una enorme y larga fila de seres dispuestos a bloquear mi fácil y cómodo acceso. Salga a la hora que salga, ellos estarán allí, totalmente organizados. Ni hablemos del regreso... jamás vi en mi vida tantos caminos humanos bifurcados... es tan solo ver que la puerta de vidrio se pliega, y ELLOS a la orden de Áura! corren como malón... ya lo había expresado don Alfredito en alguna canción ... Que se nos vienen, que se nos vienen!! y éstos justamente no son gringos. Notablemente un tipo bien vestido, puesto por la empresa pa'organizar un poco la cosa, depronto se hace humo, como diría alguna doña: Y... cuando las papas queman. En ese momento es elegir entre lo rápido y furioso, y lo eternamente lento, pero cómodo. Miro la hora, y termino sometiéndome a la presión de la masa humana. El retorno se vuelve complejo. Suspiros, quejas, golpes intencionales o no, una sumatoria de cosas que te dejan en estado hipnótico. Una voz que grita: A ver si se corren para el fondo que hay lugar... Y vos mirás y pensas, este loco que se fumó? ya no cabe ni un alfiler. Despues la cosa se calma. O van enchufados con música en los oídos, o simplemente cada uno idiotizado con su celular (reconozco que el sistema te lleva a eso y muchas veces soy parte de él). Bajar es lo complicado. A falta de espacio, algunos terminan siendo obstáculo peligroso. Y no puede faltar la clásica puteada: Donde queres que me meta, vieja de mierda!!! o el clásico y ponderable: Escuchame, si queres viajar cómodo, tomate un taxi!!! notable. Asi están las cosas. No recuerdo bien en que momento nos enseñaron que cagarse en el otro es un buen ejemplo. Y eso que hablo de cosas mínimas, porque si empezamos a pispear cosas mas grosas, bue... dejémoslo ahí.
lunes, 22 de octubre de 2007
Dicen, que dicen.... (Capitulo I)
Mientras Mario Mercado se aproximaba a la sala de convenciones de la firma “Seúl S.A.”, una mezcla de sensaciones reinaba en todo su cuerpo; era su primer trabajo importante y él ya lo vivenciaba como una verdadera misión secreta. Hábilmente se dirigía por el conducto de aire hacia la boca que permitiría divisar la escena aunque más no fuera en forma fraccionada.
Sabía que el destino lo había puesto en ese camino y se había dado cuenta de este detalle, gracias a un sueño que había transcurrido hacía unos días atrás, donde él se veía como el gran salvador del mundo, el mecías. Con lo cual, el sueño poseía una carga importante. No era cualquier sueño… para él era un sueño revelador. Nunca se había sentido tan importante en su vida. Una vida que transcurría sin emoción alguna, salvo los domingos, cuando concurría al estadio para descargar broncas semanales. Pero jamás una emoción como ésta. Algo tan trascendente, tan humanamente imposible. Imaginaba que Seguridad y Estado Nacional, ya estaría informada sobre el plan que amenazaría contra la humanidad entera. Y justamente él se encargaría de confirmarlo.
El día anterior el Señor González, le había pedido que se reuniera con el Dr. Kim, para evaluar la gravedad de la cosa. Algo raro comenzaba a gestarse. Nunca había visto al Sr. González tan misterioso. Hablaba con cierta terminología desconocida por él, hasta ese momento. Eso le daba la pauta, que el trabajo era extremadamente sofisticado. Así fue como Mario Mercado, con su maletín en mano se reunió con el oriental. Previo a este hecho, Mario tuvo que aguardar en la sala de espera, donde sólo se encontraba la recepcionista, Señorita Liao, y él, por supuesto. En un momento dado, Mario solicitó pasar al baño, y camino al mismo, se encontraba la oficina del Dr. Kim. En ese momento, se dio cuenta que la puerta de la misma se encontraba entreabierta y del habitáculo fluía una conversación espesa. Lamentó profundamente en ese momento, no haber ido al baño con su maletín, el cuál lo proveía de elementos importantísimos a la hora de actuar. Tampoco disponía de un celular que le permitiera escribir texto. Es más, nunca dispuso de un celular en su vida. Su jefe le había prometido que en poco tiempo, la empresa iba a suministrarle uno. Pero no podía entender como habían pasado por alto tan importante detalle. Era de suma importancia que en ese momento tuviera un medio de comunicación. Finalmente apostó por su frágil memoria.
La conversación del Dr. Kim, era una mezcla entre su idioma natal y un castellano espantoso. Pero en ese fluir de palabras, Mario Mercado, apuntalaba en su mente, frases como… exprimir hasta lo último el sistema potable… Sión es el futuro de la humanidad… comienza la cuenta regresiva.
Era crucial ultimar los detalles del mismo para impedir su concreción. Su jefe, había sido claro en este punto y le pareció acertado que Mario desempeñara este trabajo.
Jamás habían confiado demasiado en él, en sus posibilidades, con lo cual, Mario se manejaba de un modo marginal dentro de la agencia. Cuando podía, accedía a realizar algún que otro trabajito extra, siempre y cuando no llamara demasiado la atención de aquellos expertos delatores que se contentaban con cantar todo aquello que no fuera visiblemente agua para su propio molino.
Pero esta vez algo había ocurrido, porque no se entendía muy bien cómo era que de la noche a la mañana, Mario fuera un eslabón importante en la cadena de investigación.
No era bien remunerado, pero sin embargo, hacía todo lo posible para salvar su honor. Dignamente se presentaba todos los días en su oficina, reflejando su historial una asistencia perfecta.
Mario no era tan iluso como todos creían; él sabía perfectamente que el motivo que generaba su estancamiento dentro de la agencia, correspondía con diversos hechos de corrupción que se venían gestando dentro de la alta cúpula y que su manera de desempeñarse no concordaba con los códigos que usualmente se manejaban allí dentro. Así y todo, a Mario le habían asignado un compañero de trabajo, lerdo y perezoso. Más de una vez tuvo que llamarlo al orden y encasillar las cosas en su lugar. Sentía que don Carlos, había sido puesto junto a él con la intención de trabar todo avance en la investigación. Además, Carlos se hacía llamar así, pero en realidad su verdadero nombre era Jael Koon, un inmigrante coreano que se había asentado en Buenos Aires, hacía unos cuatro años.
Sabía que el destino lo había puesto en ese camino y se había dado cuenta de este detalle, gracias a un sueño que había transcurrido hacía unos días atrás, donde él se veía como el gran salvador del mundo, el mecías. Con lo cual, el sueño poseía una carga importante. No era cualquier sueño… para él era un sueño revelador. Nunca se había sentido tan importante en su vida. Una vida que transcurría sin emoción alguna, salvo los domingos, cuando concurría al estadio para descargar broncas semanales. Pero jamás una emoción como ésta. Algo tan trascendente, tan humanamente imposible. Imaginaba que Seguridad y Estado Nacional, ya estaría informada sobre el plan que amenazaría contra la humanidad entera. Y justamente él se encargaría de confirmarlo.
El día anterior el Señor González, le había pedido que se reuniera con el Dr. Kim, para evaluar la gravedad de la cosa. Algo raro comenzaba a gestarse. Nunca había visto al Sr. González tan misterioso. Hablaba con cierta terminología desconocida por él, hasta ese momento. Eso le daba la pauta, que el trabajo era extremadamente sofisticado. Así fue como Mario Mercado, con su maletín en mano se reunió con el oriental. Previo a este hecho, Mario tuvo que aguardar en la sala de espera, donde sólo se encontraba la recepcionista, Señorita Liao, y él, por supuesto. En un momento dado, Mario solicitó pasar al baño, y camino al mismo, se encontraba la oficina del Dr. Kim. En ese momento, se dio cuenta que la puerta de la misma se encontraba entreabierta y del habitáculo fluía una conversación espesa. Lamentó profundamente en ese momento, no haber ido al baño con su maletín, el cuál lo proveía de elementos importantísimos a la hora de actuar. Tampoco disponía de un celular que le permitiera escribir texto. Es más, nunca dispuso de un celular en su vida. Su jefe le había prometido que en poco tiempo, la empresa iba a suministrarle uno. Pero no podía entender como habían pasado por alto tan importante detalle. Era de suma importancia que en ese momento tuviera un medio de comunicación. Finalmente apostó por su frágil memoria.
La conversación del Dr. Kim, era una mezcla entre su idioma natal y un castellano espantoso. Pero en ese fluir de palabras, Mario Mercado, apuntalaba en su mente, frases como… exprimir hasta lo último el sistema potable… Sión es el futuro de la humanidad… comienza la cuenta regresiva.
Era crucial ultimar los detalles del mismo para impedir su concreción. Su jefe, había sido claro en este punto y le pareció acertado que Mario desempeñara este trabajo.
Jamás habían confiado demasiado en él, en sus posibilidades, con lo cual, Mario se manejaba de un modo marginal dentro de la agencia. Cuando podía, accedía a realizar algún que otro trabajito extra, siempre y cuando no llamara demasiado la atención de aquellos expertos delatores que se contentaban con cantar todo aquello que no fuera visiblemente agua para su propio molino.
Pero esta vez algo había ocurrido, porque no se entendía muy bien cómo era que de la noche a la mañana, Mario fuera un eslabón importante en la cadena de investigación.
No era bien remunerado, pero sin embargo, hacía todo lo posible para salvar su honor. Dignamente se presentaba todos los días en su oficina, reflejando su historial una asistencia perfecta.
Mario no era tan iluso como todos creían; él sabía perfectamente que el motivo que generaba su estancamiento dentro de la agencia, correspondía con diversos hechos de corrupción que se venían gestando dentro de la alta cúpula y que su manera de desempeñarse no concordaba con los códigos que usualmente se manejaban allí dentro. Así y todo, a Mario le habían asignado un compañero de trabajo, lerdo y perezoso. Más de una vez tuvo que llamarlo al orden y encasillar las cosas en su lugar. Sentía que don Carlos, había sido puesto junto a él con la intención de trabar todo avance en la investigación. Además, Carlos se hacía llamar así, pero en realidad su verdadero nombre era Jael Koon, un inmigrante coreano que se había asentado en Buenos Aires, hacía unos cuatro años.
Continuará....
viernes, 19 de octubre de 2007
Como un gran agujero de ozono, como un punto de ebullición en alguna parte del inmenso universo, como el remolino que se forma antes de romper la ola y te chupa sin dejar rastro, como un imán tiranizando a cuanto metal se le cruce, todo esto y mucho mas es comparable con lo que puede provocar una situación de estrés tal como cambiar de lugar. Mudar o mudarse de algún modo trae consigo una onda expansiva. Mudarme en este caso, es subirme a esa ola y barrenar. Voy en la cima y veo el objetivo cerca. Esta vez es diferente. Yo elegí subirme a la ola y disfrutar del viaje. Esta vez elegí el lugar, mi lugar, nuestro lugar. Puede que alguna vez fuera posible hacerlo, pero no era el momento. Ya no hay mas razones para pertenecer a lugares vacíos que dejen otros, ya no hay mas cuidados para aquello que decida hacer, tocar, mover; no, no. La jugada en el tablero se divisa con precisión y estratégicamente armada. Muchos años pasaron y los movimientos no conducían a nada, a ninguna parte, a ningún lugar. Simplemente, un enroque. Ahora, el peón se sube al caballo y con la espada en mano abrirá camino para su reina.
jueves, 18 de octubre de 2007
Suena el teléfono, y ella levanta el tubo.. acto seguido, un comentario sin sentido, como si quisiera hacerme partícipe de ese diálogo ajeno, pero a la vez se habla a si misma... una puerta que se cierra y naranjo en flor sonando de fondo... justamente el final, donde hace alusion a un pájaro sin luz.... la ventana desborda de luz pero ni un pájaro se asoma... ella vuelve y comenta que la planta de fulana se murió definitivamente, y cómo no morir con tanta agua caida del cielo... acompaña el comentario con un gesto nulo, chato, gris como el cielo que terminó de desplomar a la pobre planta y se encargó de apagar los pájaros del polaco... Otra conversación que se filtra... pregunto si finalmente almorzaste.... mi expresión trata de alentar tu comentario... pero es inútil.... te fugás nuevamente y yo espero.... el día se alarga demasiado y el dolor de nuca punzando sin parar, sin tregua... en un par de horas, sobreviene el confesionario... algo causal, la radio arremete con "garúa", como siguiendo el hilo conductor de la temática.... mientras el tiempo se pierde una voz de fondo pregunta si hace falta mencionar los datos de su ex cónyuge.... otra historia gris, quizas tenga que ver con el mismo cielo, quizas no.... grises son las horas en la oficina y mucha de la gente que aquí se hace presente, con papeles y reclamos incoherentes, se van esfumando y perdiendo en figuras confusas, en la nada...son matices....
Ojo chino
Concentrado en la pantalla, vuelco términos que por momentos se tornan chino básico…. Tipeo a un ritmo constante, girando mi cabeza de un lado hacia el otro. Por momentos me detengo en la lectura, una palabra que no logro comprender a primera vista… agudizo mi visión hasta encontrarle sentido. Mis dedos se acalambran mientras mis codos descansan en mis rodillas… es una forma extraña de estar sentado frente a una pantalla. Mis elementos diarios que facilitan mi trabajo se encuentran en el escritorio, y a un costado una taza con un poco de sopa… casi por la mitad diría si tuviera un elemento para medir con precisión la cantidad que contiene el recipiente. De pronto un punto negro en el borde se va asomando lentamente…. Por momentos se agita en el mismo lugar, salta y salta…. Silencio absoluto…. Me quedo con la duda… pero no me animo acercarme…. Me detengo por un momento, cruzo mis brazos y sigilosamente espero un nuevo movimiento fortuito en la taza… Zumbidos expandiendo ondas y notas musicales… Dulce melodía oriental para mis oídos…. Me voy cayendo en un sueño profundo… mis ojos se van venciendo hasta caer finalmente derrotados…. Fuerte impacto…. Me veo saltando en una línea ovalada… en el centro el vacío y en el fondo algo espeso…. grito pero nadie escucha…. el zumbido se vuelve insoportable... Veo una mosca gigante con ojos chinos sentada en mi escritorio…. Escribe sin parar en el teclado y de pronto se detiene… se acerca…. Millones de ojos multiplicados que oscilan entre sí…. Una sonrisa siniestra acompañada de un fuerte aleteo…. Y luego un empujón. Me voy cayendo sin parar… hasta ser parte de la sopa que fría y viscosa me va envolviendo espesamente. Vuelvo a gritar entre manotazos y veo que se van formando letras, yo las invento, las voy creando sin quererlo. Letras de subsistencia…. letras de ahogo y el naufragio final.
Reminiscencias
El hombre se ve transitando por el fondo de una casa, donde se halla un inmenso parque; de pronto se encuentra con una enorme jaula. Dentro de la misma hay cuervos.
Siente que lo absurdo es que de la jaula puedan salir y entrar por los barrotes, otras especies de pájaros. Pero los cuervos no.
Observa a uno de los cuervos, y él le devuelve la mirada. Lo provoca. Y lo vuelve a observar. Se abusa porque lo ve entre rejas. Observa esos ojos obscuros y llenos de nada. Las plumas brillan demasiado. Seguramente debe ser otoño y el césped está húmedo. Hay rocío, puede que haya llovido.
Las nubes se apoderan del cielo y un viento suave comienza a correr.
El hombre vuelve a observar la jaula. Llama poderosamente su atención,la cantidad de pájaros que van y vienen. Pero éstos no se detienen en él, como si lo ha hecho el cuervo. Comienza a sentir temor. Algo le dice que no debe estar allí. Que algo anda mal.
Se aleja de la jaula. Retrocede en sus propios pasos lentamente. Siempre observando la misma dirección.
No entiende cómo alguien pudo abrir la puerta. Cómo se atrevió hacerlo. Seguramente algo tramaba. Era su destino. Pero así y todo, no logra dilucidar quien lo hizo.
Los cuervos comienzan a desplegarse por el aire. Como una gran ola por romperse van girando en remolino y realizan piruetas en el cielo.
El hombre siente terror y no sabe que hacer. Se ve inmóvil, estático. Sus palpitaciones se aceleran. Sabe que ese vil animal, se alimenta de carne putrefacta, de carroña. El mismo se siente carroña. Sabe que seria un buen banquete. Pero se rehúsa a ser devorado. No soporta la idea de ser devorado mientras viva. Siente que el tiempo se detiene. La imagen se congela, salvo sus propios movimientos y los del cuervo.
Va perdiendo fuerzas y se encuentra en un estado de ensoñación. Lentamente se dispone sobre el césped en una postura fetal. El cuervo se acerca hacia donde el hombre está. Éste se cubre en el suelo con sus propios brazos, pero sabe que de nada servirá.
El ave se acerca cada vez más. Se detiene. Lo observa y le muestra una cantidad de dientes protuberantes que salen de su pico.
De pronto una fuerte lluvia se hace presente. El cuervo mira hacia el cielo. Y vuelve su mirada hacia el hombre que lentamente se va deshaciendo con las gotas, fundiéndose en el lodo, perdiéndose en un todo. Aparecen hormigas que brotan de su figura dispersa.
El cuervo quiere volar pero no puede. También él se volvió estático. Ya es parte de un tiempo pasado. Solamente su movimiento ocular, que oscila desesperadamente de un lado hacia el otro.
Las hormigas hambrientas comienzan a devorar, a desgarrar cada parte sin límite. Saben que el barro que las salpica es como un manto de aquel hombre que fue y no pudo ser más, y ahora las cubre, se hace parte de ellas. No dejó de sentir en ningún momento. Su espíritu se mantuvo vivo. Quiere vengarse. Y realmente lo hace. Disfruta cada bocado de aquello que alguna vez fue una amenaza para su vida.
No deja de ser él mismo, pero se ve de otra manera. Tomó otra forma. Otra especie. Será insignificante, pero se destacará del resto. De la gran masa hará sonar su voz como un trueno. Y volverá a organizarse y a organizar. Orgánicamente, orgásmicamente, él, argumentará.
Siente que lo absurdo es que de la jaula puedan salir y entrar por los barrotes, otras especies de pájaros. Pero los cuervos no.
Observa a uno de los cuervos, y él le devuelve la mirada. Lo provoca. Y lo vuelve a observar. Se abusa porque lo ve entre rejas. Observa esos ojos obscuros y llenos de nada. Las plumas brillan demasiado. Seguramente debe ser otoño y el césped está húmedo. Hay rocío, puede que haya llovido.
Las nubes se apoderan del cielo y un viento suave comienza a correr.
El hombre vuelve a observar la jaula. Llama poderosamente su atención,la cantidad de pájaros que van y vienen. Pero éstos no se detienen en él, como si lo ha hecho el cuervo. Comienza a sentir temor. Algo le dice que no debe estar allí. Que algo anda mal.
Se aleja de la jaula. Retrocede en sus propios pasos lentamente. Siempre observando la misma dirección.
No entiende cómo alguien pudo abrir la puerta. Cómo se atrevió hacerlo. Seguramente algo tramaba. Era su destino. Pero así y todo, no logra dilucidar quien lo hizo.
Los cuervos comienzan a desplegarse por el aire. Como una gran ola por romperse van girando en remolino y realizan piruetas en el cielo.
El hombre siente terror y no sabe que hacer. Se ve inmóvil, estático. Sus palpitaciones se aceleran. Sabe que ese vil animal, se alimenta de carne putrefacta, de carroña. El mismo se siente carroña. Sabe que seria un buen banquete. Pero se rehúsa a ser devorado. No soporta la idea de ser devorado mientras viva. Siente que el tiempo se detiene. La imagen se congela, salvo sus propios movimientos y los del cuervo.
Va perdiendo fuerzas y se encuentra en un estado de ensoñación. Lentamente se dispone sobre el césped en una postura fetal. El cuervo se acerca hacia donde el hombre está. Éste se cubre en el suelo con sus propios brazos, pero sabe que de nada servirá.
El ave se acerca cada vez más. Se detiene. Lo observa y le muestra una cantidad de dientes protuberantes que salen de su pico.
De pronto una fuerte lluvia se hace presente. El cuervo mira hacia el cielo. Y vuelve su mirada hacia el hombre que lentamente se va deshaciendo con las gotas, fundiéndose en el lodo, perdiéndose en un todo. Aparecen hormigas que brotan de su figura dispersa.
El cuervo quiere volar pero no puede. También él se volvió estático. Ya es parte de un tiempo pasado. Solamente su movimiento ocular, que oscila desesperadamente de un lado hacia el otro.
Las hormigas hambrientas comienzan a devorar, a desgarrar cada parte sin límite. Saben que el barro que las salpica es como un manto de aquel hombre que fue y no pudo ser más, y ahora las cubre, se hace parte de ellas. No dejó de sentir en ningún momento. Su espíritu se mantuvo vivo. Quiere vengarse. Y realmente lo hace. Disfruta cada bocado de aquello que alguna vez fue una amenaza para su vida.
No deja de ser él mismo, pero se ve de otra manera. Tomó otra forma. Otra especie. Será insignificante, pero se destacará del resto. De la gran masa hará sonar su voz como un trueno. Y volverá a organizarse y a organizar. Orgánicamente, orgásmicamente, él, argumentará.
Delivery
Se siente afiebrada, sudando entre sábanas, sometida al delirio y la pérdida de la razón; inconscientemente espera a que él llegue de una buena vez. El tiempo corre y una gota de sudor baja por su frente. Así se va revelando lo mejor y lo peor. Necesita ser cuidada y encuentra ausencia. Su cuerpo tiembla y se debate entre movimientos desaforados, estériles e impulsos insanos. Se desgarra por dentro y la grieta cada vez es mas grande. Cuanto faltará para su regreso? Seguramente no vendrá… La sed se apodera de su boca. Busca incorporarse, pero su cuerpo no responde. Escucha pasos acercándose por el palier.. se pregunta si será él, será que finalmente va a regresar?... Silencio absoluto. Una idea absurda en estos tiempos cruza por su mente. Cómo es que todavía nadie inventó un delivery de sentimientos y necesidades urgentes? Que bien le vendría en este momento un repartidor que acabe con su dolor, que quite de raíz ese sentimiento de soledad… Sentimientos envasados. Importados. Con instrucciones para armar y desarmar.
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